En los últimos años de trabajo con comunidades y colectivos, en el Centro de Estudios Ecuménicos hemos identificado la importancia de trabajar con las infancias y las adolescencias en distintos ámbitos de lucha.

En el caso de las y los niños que tienen un familiar desaparecido, nos percatamos de lo importante que es acompañarlas/los e identificarlas/los también como un grupo vulnerable ante este crimen de lesa humanidad. Su voz, acción y subjetividad también necesitan espacios de fortalecimiento.

Cada vez conocemos más niñas, niños y adolescentes (NNA) que se involucran en las búsquedas de los distintos colectivos. Observamos, desde hace tiempo, que ellas y ellos necesitaban acompañamiento en tres aspectos. El primero se relaciona con abrir espacios seguros y de escucha para que puedan expresar su sentir respecto de la desaparición de su familiar. Muchas y muchos tienen pocos espacios para hablar del tema y recibir la contención adecuada. El segundo se vincula con dar elementos de análisis y de contexto para que todas y todos puedan entender qué es el fenómeno social de la desaparición y, de esta manera, encontrar un sentido o explicación a lo que están pasando tanto en su entorno cotidiano, como en la propias búsquedas en las que participan. El tercero tiene que ver con la situación escolar, ya que el coronavirus incrementó una situación de rezago escolar que, de por sí, es grande cuando se trata de infancias y adolescencias víctimas de desaparición, debido a que esta modifica el tejido familiar, la situación económica, las relaciones de cuidados, entre otras muchas condiciones de vida.

Por esta razón, durante el 2022 trabajamos con NNA en Atoyac y Guerrero. Además de los espacios de escucha y la instalación de equipo de cómputo para apoyar sus estudios, realizamos encuentros y talleres con un enfoque de orientación de sus proyectos de vida. Esta es una forma de afrontar la incertidumbre que genera la desaparición.

Por otra parte, brindamos herramientas para que los NNA logren ser resilientes y puedan manejar sus emociones ante las circunstancias que los rodean.

Como un primer elemento de evaluación de estas acciones, podemos decir que ellas y ellos nos han expresado cómo esta orientación construye un sentido de vida que trasciende la lucha por la justicia ante la situación de la desaparición y les coloca en la pregunta sobre cómo contribuir a ella desde sus aspiraciones, sueños y deseos de profesionalizarse.

Hacia el cierre de este trabajo, también logramos hacer una guía psicoeducativa para que docentes de educación básica tengan herramientas para acompañar a los NNA en los ambientes escolares. Próximamente liberaremos esta publicación, así que te invitamos a estar pendiente de nuestras redes para conocerla.